Bárbara.
Es mi vecina de arriba. Coincidimos en mudarnos a una casa de ladrillos rojos en el mismo mes, abril, de hace 4 años. Nos conocimos y empezamos a hablar un día en la azotea, en un momento personal muy malo para las dos, pero al cabo de un minuto ya estábamos riendo. Con Bárbara es imposible no reír, suceda lo que suceda. Transmite una simpatía, una vitalidad y una espontaneidad arrolladoras. Es además una buena persona. Nada más estallar la pandemia se ofreció para trabajar en un hotel medicalizado fregando suelos, haciendo gestiones o lo que hiciese falta para ayudar en lo que fuese. Allí ha conocido al hombre de su vida y ahora es feliz, muy feliz. Parece el guión de una película, pero es que a Bárbara lo de vivir historias de película le viene de familia. Su abuelo fue ayudante de dirección en Bienvenido Mister Marshall, la peli de Berlanga, y productor de Viridiana, la de Buñuel. Y ella es amiga de David Trueba, así que todo cuadra.
Luis.
Mi vecino de rellano. Hablé de él en otro artículo: me tiene admirada su optimismo tenaz y persistente. Hace unas semanas sobrevivió al coronavirus. Y digo sobrevivió porque, después de un mes y medio ingresado en estado muy grave, era muy difícil que volviese a casa. Pero volvió. Afortunadamente, porque la vida es mucho mejor con Luis formando parte de ella. El virus no le ha cambiado el carácter ni el optimismo. Sigue apreciando todo lo que le rodea, por insignificante que sea. Me hizo gracia descubrir que su madre le llevaba de pequeño a la misma pastelería que en otra época diferente me llevaba a mí la mía: Sacha, el sitio donde hacen los mejores croissants de Barcelona, al menos en el recuerdo de dos niños. Luis es el penúltimo de ocho hermanos, en los años sesenta los dos mayores crearon los Estudios Balcázar y un espectacular poblado del oeste americano en Catalunya donde rodaron medio centenar de spaghetti western: Esplugas City. Durante una década trabajaron juntos y él conoció a Ava Gardner. De nuevo el cine.
Sigrid y Angie.
Deben tener unos 20 años, y viven en el edificio contiguo. Sigrid lleva el pelo rosa, Angie a veces es rubia, a veces morena. Compartimos amor por una gata negra callejera: Greta. Son encantadoras: Sigrid y Angie. Greta también. Nos conocemos poco, sé que Sigrid estudia filología inglesa y que sus padres le pusieron Sigrid porque eran fans del Capitán Trueno. Ignoro por qué los padres de Angie le pusieron Angie, ¿quizás porque eran fans de los Stones?
No lo sé. Aunque me gusta pensar que ese es el motivo.
All the dreams we held so close
Seemed to all go up in smoke
Let me whisper in your ear
Angie
fotografía de portada: el rellano de Bárbara