Brooklyn, uno de los cinco distritos de la ciudad de Nueva York, tiene esa energía que desprenden las personas y lugares especiales. Aquí nació Woody Allen, vivieron Truman Capote y Spike Lee, y vive ahora Paul Auster buscando azares y coincidencias por sus calles.
En Brooklyn estaba el estanco de Auggie Wren (Harvey Keitel) que aparecía en la maravillosa película Smoke, que por cierto vi tres veces.
Está L’Imprimerie, la panadería de un ex bróker de Wall Street que un día lo dejó todo para hacer pan, prefiriendo tocar agua y harina a tocar dinero.
Y, desde hace 10 años, en el 51 de Bergen Street, está también el centro de arte The Invisible Dog, un edificio histórico de 1863, cuyo feliz director y fundador es Lucien Zayan. Lucien es otra de esas personas especiales que uno puede encontrar en Brooklyn. Aunque antes se le podía ver en París, y antes de París en Alejandría y antes de Alejandría en Marsella. Desborda optimismo- optimismo de verdad, no de pose- y humanidad. Si no fuese porque ya se ha dicho tantas veces, diría eso de que si no existiese habría que inventarlo. Pero como ya se ha dicho tantas veces, no lo diré.
El nombre de The Invisible Dog es un homenaje a lo que fue el local en 1972: una fábrica de correas con arneses que se mantenían rígidos para llevarlos sin perro. A pesar de lo extraño de la propuesta, esta se puso de moda. Era el año en que en Nueva York se paseaban perros invisibles y Lou Reed (también nacido en Brooklyn) se daba una vuelta por el lado salvaje, hey honey, tras la etapa de la Velvet Underground.
Cuando Lucien Zayan se hizo cargo en 2009, la fábrica estaba abandonada. Con cientos de palomas como únicos habitantes, 68 ventanas rotas que había que reemplazar, parte del tejado deteriorado y un montón de trastos y basura acumulados durante décadas en el interior. Con poco dinero, pero con un catálogo de ideas inagotable, volvió a darle vida.
Hoy, The Invisible Dog es residencia de más de 30 artistas, sala de performances y galería de arte, con un antiguo ascensor de la fábrica convertido en espacio de exposición, donde es posible tropezarse con el artista urbano JR en alguna de sus visitas a Lucien, de quien es amigo. O con cualquiera de los otros artistas, conocidos o no, que en Nueva York y en el mundo tienen algo interesante que decir.
Como se puede leer en una camiseta diseñada para Lucien por Mac Premo: Make America Invisible Again.
Pia Chalamanch