Admitir que hay una crisis de vivienda en Lisboa y Portugal es en este momento algo común.
Pero debe tenerse en cuenta que, en la crisis coyuntural más reciente y más visible (que combina los efectos de la financiarización global con los de la turistificación de la economía, la gentrificación de las ciudades y la consiguiente expulsión de sus habitantes, como sucede en otras muchas ciudades del mundo), la crisis de la vivienda en Lisboa y Portugal es estructural y profunda, el resultado de décadas de políticas de vivienda que han fomentado la construcción y adquisición de viviendas, enriqueciendo a promotores y bancos, acumulando una gran herencia de casas vacías y dejando de lado a todos aquellos que no tenían la capacidad de anhelar propiedades. En un país donde la pobreza alcanza el 20% y la vivienda pública se reduce al 2%, las listas de espera para la vivienda “social” llegan a muchos miles. Decenas de estas familias se resisten, ocupando casas que quedaron vacías durante años, devolviéndolas a su función social, pero viviendo bajo la amenaza constante del desalojo.
Oficialmente hay más de 26,000 familias en “situación de precariedad habitacional grave”: familias monoparentales, migrantes, ancianos y personas con salarios mínimos, en casas degradadas, incluso viviendo en el espacio público en tiendas de campaña, sin olvidar el hacinamiento de familias en casas de tamaños reducidos -un 10% de acuerdo con las estadísticas oficiales-.También en las periferias, en barrios autoconstruidos, y para liberalizar suelo para el negocio inmobiliario, muchas personas son expulsadas y sus casas demolidas.
En las principales ciudades, los alquileres se han triplicado o cuadruplicado en los últimos años, volviéndose insoportables: en Lisboa, la tasa de esfuerzo familiar supera el 50% de sus ingresos, hay casas en alquiler por 600/800 euros y todos los días vemos la no renovación de contratos y desalojos inhumanos, aunque legales. Las casas en el mercado ya no están destinadas a la función social de proporcionar un lugar donde vivir (precisamente a quienes hacen que las ciudades funcionen), sino a la especulación, acumulación y circulación de capital, alojamiento turístico y para residentes extranjeros millonarios, atraídos por los beneficios fiscales y la oferta de nacionalidad portuguesa a corto plazo.
El documental “O que vai acontecer aqui? (¿Qué va a ocurrir aquí?, 2019)” trata de dignificar las luchas de los movimientos sociales por la vivienda en la Lisboa de los tiempos del llamado “milagro económico portugués”, movimientos y colectivos que defienden el derecho a habitar en la capital portuguesa, en un momento de intensificación de las luchas por el espacio urbano provocada por la expansión del capitalismo financiero, que concentra riqueza en manos de unos pocos, y aumenta la desigualdad social. Un documental sobre aquellos que desafían la conversión de la ciudad en una mercancía, sobre los que desobedecen a la injusticia construyendo poder del lado de quien busca un lugar para vivir.
Un documental de Left Hand Rotation en colaboración con Stop Despejos y Habita!
Stop Despejos (http://stopdespejos.wordpres.com) es una plataforma que lucha por el fin de los desalojos, por la defensa del derecho a la vivienda y por la construcción colectiva, inclusiva y más justa de nuestras ciudades.
La Asociación Habita! (www.habita.info) lucha por el derecho a la vivienda y el derecho a la ciudad desde 2012. Autor del texto de este artículo.